Gran parte de EEUU ha liberalizado las leyes sobre la marihuana en los últimos años, hasta el punto de que alguna forma de consumo es ahora legal en 30 de los 50 estados de la unión.
Pero si crees que la escuela de pensamiento conservadora del “Sólo di no”/”Guerra a las drogas” en materia de represión de los estupefacientes ha llegado a su fin, te sugiero que lo pienses de nuevo: ahora mismo se está gestando un escándalo que podría hacer que la marea se vuelva en su dirección.
Porque en la prisa por sacar provecho de este nuevo mercado legal del cannabis medicinal o recreativo, se ha prestado una sorprendente falta de atención a cómo se dispensa y, sobre todo, a quién.
Esa fue la conclusión central de un estudio reciente que investigó las normas relativas a la verificación de la edad para la venta de marihuana por Internet.
Investigadores del Centro Médico Infantil Cohen de Nueva York publicaron un estudio en The Journal of the American Medical Association Pediatrics en el que se detallaba hasta qué punto se ha normalizado que los vendedores empleen controles mínimos para no comercializar medicamentos a clientes menores de edad.
Analizaron los datos de 80 dispensarios de marihuana en línea de 32 estados y descubrieron que el 70% se limitaba a pedir a los usuarios que pulsaran “sí” para confirmar que eran mayores de edad al entrar, mientras que sólo el 4% pedía una fecha de nacimiento concreta.
Ninguno exigía documentación verificada de la edad ni otras comprobaciones para entrar en el sitio web. Es cierto que las cifras mejoraron significativamente en el punto de venta, pero un 19% seguía sin realizar ninguna comprobación formal de la edad, ni siquiera durante el proceso de compra.
El estudio concluía “Es imperativo exigir procedimientos estrictos de verificación de la edad antes de comprar cannabis en línea y establecer una vigilancia rigurosa de los dispensarios de marihuana en línea para proteger a los jóvenes”.
¿Una política sancionada por el Estado que puede incluso permitir involuntariamente que se vendan estupefacientes a los niños? Es suficiente para que Nancy Reagan se revuelva en su tumba.
Y no hace falta ser adivino para predecir que algunas de estas empresas podrían acabar enfrentándose a multas masivas y/o costosos litigios por todo esto.
Entonces, ¿qué deberían hacer de forma diferente para protegerse contra este futuro?
Pues bien, lo primero y más importante es que se aseguren de que ninguno de sus clientes es menor de edad, y la forma óptima de hacerlo es comprobando el número de teléfono que utilizan para registrarse.
Esto puede detectar en un instante si son quienes dicen ser y si su perfil es mayor o menor de 18 o 21 años. Además, puede determinar si tienen un historial coherente con todo esto.
En resumen, puede verificar en un microsegundo si se trata de un cliente adulto de buena fe. Pero en lugar de confiar en este método más fiable, los comerciantes de marihuana que sí hacen comprobaciones recurren a un batiburrillo de sistemas diferentes y menos viables. El más frecuente es [being used by 50% of outlets that employ any form of check], que exige la presentación de algún tipo de documento de identidad. Esto suena adecuadamente sólido -es el tipo de cosa que impresiona a jueces y funcionarios-, pero en realidad no lo es. Porque, además de llevar mucho tiempo y ser engorroso, tampoco es especialmente fiable: la gente lleva siglos falsificando documentos en papel y añadir la capa borrosa de copiar y subir sólo lo facilita.
En el otro extremo de la escala, el 10% simplemente preguntaba a los usuarios cuál era su fecha de nacimiento, y tomaba como prueba de edad aceptable una fecha que cayera dentro del marco temporal de “mayor de 18 años”. No necesitas mis conocimientos técnicos para saber por qué esto no es muy fiable.
El hecho es que la única forma de garantizar de forma fiable que tus clientes son adultos es utilizar su historial y perfil digital para verificarlos. En la práctica, esto significa invariablemente el número de teléfono móvil que casi con toda seguridad han tenido desde su adolescencia o incluso antes. Cualquier otro medio es demasiado susceptible de abuso como para ser fiable.
En un ámbito polémico y controvertido como el de la venta de marihuana, las organizaciones comerciales podrían estar acumulando todo un mundo de dolor si no se dan cuenta de esto.
Y aquí hay una lección que se aplica mucho más ampliamente que en la venta de marihuana.
Porque en todo tipo de transacciones al por menor y en línea -desde la venta de alcohol, tabaco y vapeo hasta el visionado de películas, pasando por los juegos de azar- la cuestión de la edad y su verificación es cada vez más importante y se examina más de cerca.
Y cualquier empresa que no proceda con sensatez en este campo se arriesga a jugarse su propio futuro.
Last updated on octubre 26, 2023
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